Parte de esta entrada ha sido publicada en la web colaborativa Biblogtecarios: Posted By Susana Peix On octubre 18, 2016

La lengua de signos nace de la necesidad de comunicarse (como todas las lenguas).
Las primeras referencias al uso de esta lengua datan de 1620 en la obra Reduction de las letras y arte para enseñar a ablar los mudos de Juan Pablo Bonet Barletserbant.
A menudo cuando nos referimos a esta lengua, o a su ámbito, lo hacemos de manera incorrecta, generalmente por desconocimiento. Intentaré aclarar los cuatro conceptos y/o dudas más frecuentes.
Sordos y lengua de signos, esos grandes desconocidos…
- Lengua de signos, NO lenguaje. Las investigaciones lingüísticas demuestran que las lenguas de signos poseen todas las características propias de las lenguas orales y la misma funcionalidad para pensar, comunicar y manejar cualquier concepto. En países de Latinoamérica se utiliza el término «lengua de señas». La lengua de signos, es oficial en nuestro país cuando se reconoció por Ley el año 2007.
- ¿La lengua de signos es universal? NO, en contra de lo que piensa la mayoría. Cada territorio posee su propia lengua. Aunque en un principio pueda parecer extraño, es un concepto que en una lengua oral no nos plantearíamos nunca. Entonces, ¿porqué tendemos a pensar que la lengua de signos debería ser la misma para todas las personas que la utilizan?
En España son oficiales la Lengua de Signos Española (LSE) y, en el ámbito de Cataluña, la Lengua de Signos Catalana (LSC). En algunas zonas del territorio se utilizan otras modalidades.
- Persona sorda, NO sordomuda. Una persona sordomuda designaría a quien además de una incapacidad auditiva, tiene un problema de cuerdas vocales. Una persona sorda tiene capacidad para hablar.
La lengua de signos es la lengua natural de las personas sordas. Según datos que aporta la Confederación Española de Familias de Personas Sordas (FIAPAS):
- Cinco de cada mil recién nacidos padece una sordera de distinto tipo y grado.
- Uno de cada mil recién nacidos presenta sordera severa o profunda.
- Alrededor de dos mil familias, cada año, están afectadas por la presencia de una discapacidad auditiva en uno de sus hijos.
Los niños y niñas sordos, con alguna discapacidad mental, problemas de aprendizaje o retrasos en el lenguaje utilizan la lengua de signos para comunicarse y los cuentos infantiles ordinarios, precisan ser adaptados para atender y cubrir sus necesidades lectoras y de aprendizaje.
La lectura, es uno de los canales habituales de acceso a la cultura y al conocimiento necesario para tener oportunidades de futuro. Y la lengua, es el vehículo esencial para la comunicación y para la adquisición de ese conocimiento.